NEGAR LA EVIDENCIA: (Por supuesto es sólo mi opinión)

 

Algunas reflexiones sobre la noticia de “Alertas de problemas de salud” en la última semana en Linkedin.

Leo constantemente todo lo que colegas e instituciones sanitarias informan sobre la aparición o el retorno de enfermedades infecciosas que solo hacíamos  posibles en países exóticos, pobres y sin cuidados sanitarios adecuados.

En esta última semana expertos de reconocido prestigio mundial, foros de indudable calidad y profesionalidad e instituciones de absoluta solvencia que utilizan para difundir sus trabajos, sus alertas y su conocimiento nuestro Linkedin  profesional,  nos  avisan que esto no es así, o al menos hoy ya no es así.

Hay tuberculosis, tipos diferentes de Culex son capaces de trasmitir enfermedades, actuaciones industriales y alteraciones del medio ambiente causan trastornos graves en el equilibrio ecológico con sus secuelas indeseables (y prevenibles). Situaciones de todo tipo y provocadas por el hombre causan desplazamientos  y los periódicos y noticias nos anuncian la llegada de “Los cuatro Jinetes del Apocalipsis”.

Frente a esta situación la sociedad de los países ricos vive en un “Nirvana” de  seguridad provocado por la falsa idea “que todo se tiene a mano”. Algo así como “El Mundo Feliz” (Aldous Huxley)

Negar la evidencia es uno de los más graves problemas a los que nos enfrentamos los sanitarios que ejercemos la Medicina Preventiva y que hacemos de la Epidemiología nuestra arma de prognosis y de prospección del futuro sanitario de una comunidad.

Si en esa comunidad no se cumplen las más mínimas reglas de Equidad y solidaridad, si ponemos muros entre la realidad de lo que ocurre y pensamos que nosotros tenemos derecho a que no nos ocurra lo mismo y que no tenemos ninguna obligación con el mantenimiento de la salud del resto de la población, el desastre sanitario está servido.

Nunca hay que bajar la guardia en la educación sanitaria a la población y en la corresponsabilidad social frente a la enfermedad. Esta es la única forma de mantener el precario equilibrio que, en el  tema de las enfermedades infecciosas, tenemos.

La medicina asistencial no lo cura todo.

La prevención, hace que no surjan enfermedades  y, por tanto, no haya nada que curar.

Si respetamos todas nuestras normas y compromisos sanitarios con nosotros mismos y con los demás, no tendremos problemas o si los tenemos, los podremos resolver con rapidez y eficacia.