SEXUALIDAD Y ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL: GENERO, SEXO Y COSTUMBRES SEXUALES
Hay un hecho que lamentablemente sigue ocurriendo en las personas de diversos colectivos antes de que asuman su condición sexual. Nos referiremos a que en este periodo las personas que desean o mantienen relaciones con personas de su mismo sexo a veces se ven forzadas a ocultar su identidad sexual.
La patología personal y social que se puede derivar de esta ocultación lleva en muchos casos a problemas de dependencia, situaciones de abuso y chantaje por miedo a la discriminación y , muchas veces, este hecho es la causa de la lacra de la violencia de género.
Terminar con cualquiera de estas situaciones es mucho más urgente y cultural, educacional y sanitariamente más adecuado que establecer una terapia puntual, sin abordar la causa originaria, que lleva a situaciones de enfermedad no deseada.
Aprovechar una consulta y Compartir con el profesional sanitario su orientación sexual en un clima íntimo y de confidencialidad absoluta y fijar con su médico un calendario exámenes de rutina recomendados para personas de su grupo etario, como son, por ejemplo, las mediciones de presión arterial, glucemia y colesterol, y análisis para la detección de cáncer de mama y cervicouterino y en nuestro medio cáncer de colon.. En el caso de los hombres también pruebas para detectar problemas de próstata
Hay mucha desinformación sobre las relaciones sexuales y más aún de la posibilidad de tener una ETS en personas que pertenecen a colectivos homosexuales y, o, bisexuales.
Si ya el alborear de la sexualidad es por sí difícil, la familia y los profesionales por el conocimiento, al amor y la comprensión del tema tienen un papel fundamental en el apoyo y guía de las personas que se consideran, sienten o notan que son “sexualmente diferentes”. En estos casos el despertar de la sexualidad, si no tiene y se desarrolla en un marco de normalidad, puede ocasionar problemas de identidad y búsqueda en un marco inadecuado de sus relaciones sexuales.
El mantener su tendencia sexual oculta y reprimida le va a ocasionar muchos más problemas, más graves y le va a poner en una situación social de mayor fragilidad que el conocimiento, asistido profesionalmente – si fuera necesario- , de su real identidad sexual.
Hay muchos conceptos falsos e inadecuados sobre enfermedades de transmisión sexual no solo en personas heterosexuales, también lo hay y a veces se agrava por desinformación o información falsa en personas, homosexuales y bisexuales en general en el colectivo LGBT.
En el caso de las mujeres bisexuales o que realizan sexo lésbico ciertas infecciones de transmisión sexual, como el virus del papiloma humano (VPH), la vaginosis bacteriana y la tricomoniasis, se pueden contagiar entre las mujeres. El sexo oral y el comportamiento sexual que implique contacto entre los dedos y la vagina o entre los dedos y el ano (en particular cuando se comparten juguetes sexuales con penetración) también pueden ser fuentes de contagio de infecciones.
El contacto sexual entre mujeres también es una posible forma de contraer el VIH, el virus que causa el SIDA.
No hay cura para el VIH o SIDA ni para muchas infecciones de transmisión sexual, como el VPH o el herpes genital. La mejor forma de estar sano es mantener relaciones sexuales más seguras.
El hacerse las dos personas que quieren vivir en pareja unas pruebas para descartar las enfermedades sexuales más comunes en su medio social es siempre un magnífico punto de partida para compartir una sexualidad completa con el mínimo de riesgos.
Buscar el apoyo y el consejo de un médico que sea curioso, comprensivo y respetuoso de sus necesidades específicas; compartir con el profesional tu orientación sexual y consultar por los exámenes de rutina recomendados para las mujeres y hombres de tu grupo etario es una gran parte de la solución.
En el caso de varones homo y bisexuales, el papel desempeñado en las relaciones sexuales receptivas o insertivas influye, de forma significativa, en el riesgo de padecer una ETS.
El primer paso para disminuir el riego, en una persona sexualmente activa es mantener relaciones monógamas y en el caso que así no sea cumplir estrictamente las medidas de seguridad en la realización del acto sexual, ya sea oral, anal o vaginal.
La recomendación en el caso de personas con relaciones LGBT ( Lesbinas, gay, bisexual y transexuales ) sexualmente activos, aparte de no mantener oculta su tendencia sexual, es recomendable
– VIH por lo menos una vez al año; sífilis, Hepatitis B y C
– Clamidia y gonorrea del recto si en el último año han tenido relaciones sexuales anales receptivas (han cumplido el rol pasivo en la relación sexual)
– Clamidia y gonorrea del pene si durante el último año han tenido relaciones sexuales anales insertivas (han cumplido el rol activo en la relación sexual) o ha recibido sexo oral;
– Gonorrea de la garganta si practicó sexo oral (es decir, su boca en el pene, la vagina o el ano de su pareja) en el último año.
Es posible que el médico que le asista o Vd . mismo, en función de su experiencia y factores de riesgo, considere oportuno hacerse una prueba de detección de herpes.
Recuerde siempre que su médico le puede ofrecerle la mejor atención si habla con franqueza sobre sus antecedentes relacionados con la sexualidad.
Desde CEyDES la mejor ayuda que le podemos dar es indicarle que:
Nunca esté en conflicto consigo mismo por causa de su sexualidad.
El hacerlo le pone en una situación de fragilidad personal, familiar y social ilógica y perjudicial.
Si no está en una relación monógama recíproca y duradera, programe análisis periódicos para detección de infecciones de transmisión sexual.
Hable con su médico sobre cualquier otra inquietud que tenga sobre su salud integral y sus manifestaciones.
El diagnóstico de las causas de enfermar, su conocimiento y el tratamiento temprano favorecen siempre la salud y ayudan a ser más feliz y estar más integrado,física , mental y social en el entorno en el que elige vivir.