¿PUEDE AFECTAR EL ESTRÉS A MI FERTILIDAD?

El cuerpo humano está diseñado para que con niveles altos de estrés disminuyan las posibilidades de que la mujer pueda quedarse embaraza; se sabe que en épocas de guerras, escasez, o en situaciones críticas, los niveles de estrés aumentan produciéndose entre otros, desequilibrios en el sistema neuroendocrino que no solo afectan al estado físico  y emocional sino también a las tasas de fecundación y natalidad que disminuyen de forma considerable por un proceso evolutivo de adaptación y supervivencia, a razón del alto coste que supone el embarazo.

El estrés y la ansiedad son los responsables de muchos de los casos de infertilidad en las parejas que no consiguen quedarse embarazadas y afecta tanto a los hombres como a las mujeres. En muchos casos coexisten el estrés y la infertilidad, sin embargo, en la mayoría de estos casos es el resultado de la misma infertilidad y sólo en el 5% de los casos, el estrés es la única causa de la infertilidad.

Para hacernos una idea de la influencia del estrés y la ansiedad en la reproducción, un estudio ha reportado que, en mujeres con altos niveles de biomarcadores de estrés y ansiedad en el periodo de preconcepción, se reducen en un 29% las posibilidades de que sus óvulos se fecunden de forma natural y se incrementa además, el tiempo necesario para que se consiga el embarazo (Lynch et al., 2014). En otros estudios se reportan además, como los niveles altos de estrés y ansiedad aumentan también el riesgo de abortos (Kolte  et al., 2015; Lynch et al., 2018; Valsamakis et al., 2019).

Para las parejas que se someten a tratamientos de fertilidad los niveles de estrés pueden llegar a elevarse aún más, especialmente después de un ciclo fallido de FIV, ya que los procesos son difíciles a nivel físico, psicológico y económico, esto puede incluso hacer que las mujeres sometidas a tratamientos de reproducción acaben abandonando dichos tratamientos, lo que indica el enorme estrés y frustración que aumenta durante el curso de los tratamientos. (Schröder et al., 2004; Pedro et al., 2017; Modest et al., 2018)

Las causas por las que altos niveles de estrés afectan negativamente a la fertilidad son debidos a que se producen cambios hormonales en el cuerpo al liberarse desde la gandula suprarrenal, altos niveles de adrenalina, conocida como epinefrina y de cortisol conocida como hidrocortisona, estas hormonas son necesarias para poder enfrentarnos a situaciones críticas incluidas las preocupaciones, los nervios y cambios emocionales en los que se requieren aportes extra de sangre y oxígeno, la adrenalina y el cortisol son las que nos permiten reaccionar ante situaciones límite.

La adrenalina viaja al cerebro y altera el buen funcionamiento de la hipófisis, del hipotálamo y de la gandula pituitaria (sistema neuroendocrino), que se encarga entre otras muchas cosas, de la producción de hormonas sensibles en los procesos reproductivos tales como: la hormona luteinizante (LH) quien desencadena la ovulación en la mujer y la producción de testosterona en los hombres; la hormona foliculoestimulante (FSH) quien estimula la secreción de estrógenos;  la hormona estimulante de la tiroides (TSH) relacionada con abortos espontáneos si existen valores altos de esta hormona y la Prolactina involucrada en la síntesis de progesterona en el cuerpo lúteo y en los procesos de ovulación, fecundación e implantación.

En la mujer las altas concentraciones de adrenalina provocan bloqueos hormonales, que alteran la liberación de LH y afectan la correcta ovulación o liberación del ovulo, además puede alterar el desarrollo y la maduración ovocitaria, empobreciendo la calidad de los ovocitos. En los hombres las altas concentraciones de adrenalina alteran la producción de testosterona que afectan la producción y calidad espermática.

Altas concentraciones de adrenalina también aumentan los niveles de prolactina, hormona que también afecta a la ovulación y además se liberarían sustancias inflamatorias que actuarían en el útero y podrían afectar la fecundación, la implantación, e inducir abortos. Todo esto haría mucho más difícil la concepción y conseguir tener un recién nacido vivo en casa.

¿Puede afectar el estrés a mi fertilidad? Es un artículo firmado por la Dra. DINA PAVÓN

Aísa Reproducción y Biotecnología

Plaza San Lamberto 10

50004 Zaragoza

Tel. 976 236 666

 

 

BIBLIOGRAFIA.

C.D LynchR. SundaramG.M Buck Louis. Biomarkers of preconception stress and the incidence of pregnancy loss. Hum Reprod, 2018. Apr; 33:728-735.

    1. Schenker, D. Meirow and Eran Schenker. Stress and human reproduction. European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology,1992. 45;1-8
    2. Valsamakis, G. Chrousos, G. Mastorakos. Stress, female reproduction and pregnancy. G. Psychoneuroendocrinology. 2019 Review. Feb; 100:48-57.
    3. M Kolte, L.R Olsen, E.M Mikkelsen, O.B Christiansen, H.S Nielsen. Depression and emotional stress is highly prevalent among women with recurrent pregnancy loss. Hum Reprod. 2015. Apr;30:777-82.

A.K Schröder, A. Katalinic, K. Diedrich, M. Ludwig. Cumulative pregnancy rates and drop-out rates in a German IVF programme: 4102 cycles in 2130 patients. Reprod Biomed Online. 2004. May;8:600-6.

A.M Modest, L.A Wise, M.P Fox, J. Weuve, A.S Penzias, M.R Hacker. IVF success corrected for drop-out: use of inverse probability weighting. Hum Reprod. 2018. Dec;33(12):2295-2301.

    1. Pedro, M.P Sobral, J. Mesquita-Guimarães, C. Leal, M.E Costa, M.V Martins. Couples’ discontinuation of fertility treatments: a longitudinal study on demographic, biomedical, and psychosocial risk factors.J Assist Reprod Genet.2017. 34:217–224.